viernes, 28 de septiembre de 2018

Vestfold, el corazón de Noruega


PRESENTACIÓN
Se han descrito con largueza los hechos y avatares de los llamados vikingos, sus ataques fulminantes, sus excesos depredadores, sus incursiones de rapiña sobre el resto de los pueblos europeos, siempre mencionando los episodios más coloristas, violentos y casi grotescos. Así fueron percibidos por aquellos que soportaron estas ofensivas, eclesiásticos ingleses y francos principalmente; y, dado que fueron ellos, las víctimas, los autores de las crónicas coetáneas, así lo reflejaron. En la realidad, no resultó este pueblo antiguo-nórdico más violento, más dañino, más pagano que aquellos otros con los que compartió tiempo, y fueron numerosos y notorios sus logros. Le tocó, no obstante, asumir su papel en el imaginario de la historia, construido, magnificado por sus contemporáneos y reelaborado con exceso, romanticismo y casi desvergüenza a través del tiempo, hasta alcanzar la clara posición icónica de la que ha gozado en el último siglo.

Un efecto negativo de ello, junto con el enfoque centrado en su propio territorio de los historiadores ingleses, franceses y rusos, es que mayoritariamente se ha trasmitido la Historia extra-escandinava de este pueblo. Resultan de común conocimiento hechos como el ataque a los monasterios ingleses, la organización del estado de los Rus, la existencia de la guardia de varegos en Constantinopla, el asedio de Paris, la formación de Normandía, la fundación de Dublín… Pero ¡qué poco conocemos de sus propios lugares, de su vida, de su cultura e idiosincrasia como pueblo! De sus asuntos, en definitiva. A través de una serie de breves artículos trataré de bosquejar algo de sus temas menos mencionados.

Krake

VESTFOLD, EL CORAZÓN DE NORUEGA
Resulta anacrónico hablar de Suecia, Dinamarca o Noruega en momento tan temprano como el siglo ix, pues no existían como tales, más allá de un compuesto de pueblos que comenzaban a estructurar centros de poder y estamentos suprarregionales.

Noruega (usaremos este nombre como convención geográfica y no política) se encontraba en un estado formativo primario respecto a sus vecinas escandinavas, que ya contaban con realezas, si no estables, sí con carácter centralizador y cierto desarrollo urbano. La escarpada orografía de Noruega y su clima resultaron ser un obstáculo para las comunicaciones internas y el control del territorio, y favorecieron los localismos. Pese a sentirse parte de un mismo acervo cultural y formar un mismo pueblo junto con el resto de los escandinavos, en la organización territorial y política existía una gran disgregación. Casi cada valle tenía un rey o reyezuelo que ejercía su influencia sobre una parcela de terreno y un grupo de población reducido.

Dos regiones resultaron favorables, por sus condiciones orográfico-climáticas, para el desarrollo de centros de poder regional: Trøndelag, en la costa noroeste, y Viken, alrededor del fiordo de Oslo, en la costa sur. Durante la llamada época vikinga (789-1100 d. C.), Viken estaba compuesta ( por los reinos de Vestfold, Østfold, Ranrike, Vingulmark, Grenland y Båhuslen. Pese a ser dominios sometidos a la autoridad de sus propios reyes-caudillo, todas estas zonas estuvieron bajo una fuerte, aunque fluctuante, influencia danesa.
Vestfold durante la Era Vikinga

Centrándonos en Vestfold, encontramos que las fuentes literarias ya lo mencionan en el 813 d. C. a través de los anales francos que narran los intentos del rey danés Harald Klak Halfdansson (785-852 d. C.) por someter la zona, aunque es la Heimskringla la mayor referencia. Esta magna obra, escrita en el siglo XIII por el islandés Snorri Strulusson, recoge unos cuatrocientos años del devenir histórico, de la vida y hechos, a veces legendarios, de los reyes de Noruega. En sus páginas da cuenta del nacimiento del reino bajo el primer impulso centralizador de Halfdan el Negro, culminando con la pretendida unificación territorial, de poder y legislativa de su hijo Harald Hermosa Cabellera. El intento literario de construcción nacional puede resultar discutible, aunque la tradición otorga a este Harald I el título de primer rey de los noruegos.
Harald Hermosa Cabellera, ilustración del S.XIV del Flateyjarbók.
 Si la historia de Noruega es la de sus reyes (sin obviar la influencia de los poderosos caudillos de Trøndelag, los jarls de Lade), el corazón de Noruega fue Vestfold. Al norte del reino encontramos el importante complejo de tumbas de Borre, la mayor agrupación de túmulos funerarios de Escandinavia. Actualmente se conservan siete grandes túmulos, de más de cuarenta y cinco metros de diámetro y hasta seis de altura, y veinticinco de menor tamaño, aunque el cementerio fue mayor en origen. Los montículos más antiguos datan del año 600 d. C., antes de la era vikinga. Este complejo funerario de carácter real puede verse como evidencia de que hubo un centro de poder local desde el período merovingio hasta la era vikinga.
 
Linaje de los reyes de Vestfold según la Heimskringla, de Snorri Sturluson

Al sur, a cinco kilómetros de la actual Larvik, hallamos un asentamiento, Kaupang, que en protonoruego significa «lugar de comercio». Existieron más kaupang en Escandinavia, siendo este (en la zona de Skiringssal) el más representativo. El complejo urbano que nos ocupa fue un lugar de mercado y centro de poder, fundado en el siglo VIII bajo impulso danés, aunque sometido a magnates de la zona. Como hemos mencionado, Vestfold, durante la época merovingia, estaba bajo la supremacía danesa a través de las alianzas establecidas entre los líderes locales con los más poderosos y centralizados reyes daneses. Al igual que otras ciudades escandinavas, no tuvo una existencia dilatada y perdió influencia hasta desaparecer en torno al 950 d. C., tal vez por avatares del devenir de la política real danesa. Pudo albergar una población de unas cuatrocientas a seiscientas personas, probablemente de manera permanente y no estacional, y concentraba gran parte del comercio de las rutas occidentales noruegas. Es considerada la primera ciudad noruega.


Propuesta de recreación del sitio de Kaupang, durante la Era Vikinga. Fuente de imagen: www.theslayerrune.blogspot

Asociados a esta localidad comercial de Kaupang se han encontrado, no muy lejos, en la actual Huseby, los restos de una gran sala de treintaitrés por diez metros, levantados sobre una meseta artificial, de hechura similar a los grandes salones reales hallados en Upsala. Se ha querido ver en ellos  los restos del Skiringssal, los «salones dorados», o «salas de Frey», mencionados en la literatura y vinculados con la estirpe real semilegendaria de los Ynglingos. Hablar de los Ynglingos supone ir desde el Beowulf hasta Harald Hermosa Cabellera. Según fuentes literarias, Halvdan Kvitbein, del linaje de los reyes suecos de Upsala (y abuelo del rey Halfdan el Negro) erigió el gran salón alrededor del año 700 d. C. como símbolo de poder después de conquistar la zona tras su expulsión de Suecia. Este gran salón implicaba un centro de poder real, vinculado a la cercana ciudad-mercado de Kaupang y al lugar de asamblea de Þjóðalyng.

El Þjóðalyng, una de las asambleas legislativas-sociales-religiosas propias de la sociedad nórdica, se celebraba en un lugar importante desde antiguo (próximo al «monte sagrado» Helgefjell, y al lago «hogar de las dises» Vítrir). Existen allí enterramientos, pozos sacrificiales y vestigios de símbolos líticos de antes de la Edad de Hierro nórdica, lo que evidencia la larga tradición del lugar como centro sociopolítico regional.


Entorno geografico de Kaupang y lugares destacados durante la Era Vikinga.



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